Comienza buscando un lugar tranquilo y respira lentamente hasta que te sientas relajad@.
Respira lenta y profundamente... sin prisas. Siente como la respiración llena de Luz tu cuerpo.
Una vez sientas la Energía fluir por tu cuerpo, centra la atención en tu Chakra Corazón.
A continuación une las manos como en una oración.
Las yemas de los dedos reposan planas sobre el dorso de la mano y los pulgares reposan sobre la parte de la uña externa de los dedos índices de cada mano.
En un comienzo sitúa las manos delante del corazón, y más tarde, cuando estés en unión con el mudra, bájalas sin deshacer el mudra, hasta que reposen en tu regazo.
Realiza este mudra tantas veces como lo necesites durante el día, no hay tiempo mínimo ni máximo de permanencia en el mudra. Puedes hacerlo durante días, semanas, meses... hasta que consigas superar la pérdida o el abandono.
Este mudra te ayuda a superar la pérdida, la separación, la ruptura... y abrirte de nuevo a la vida.
Puedes contar con el apoyo de muchas personas, apoyo necesario, pero en tu interior te sientes sol@.
Durante las interminables horas de soledad, de tristeza... es cuándo debes realizar este mudra, es un mudra de acercamiento a Dios para que tu dolor sea más soportable o incluso se disipe.
Toda pérdida y abandono es una nueva oportunidad
para crecer, para acercarte más y más a Dios.
para crecer, para acercarte más y más a Dios.
